lunes, 19 de octubre de 2015

El Romanticismo

EL ROMANTICISMO 

 

1- EL ROMANTICISMO
             1.1- DEFINICIÓN:
                
                    1.1.1- Haz una definición del Romanticismo: qué es, explica a qué característica del ser humano  dan importancia los románticos y cuál rechazan. 

                 El Romanticismo puede ser descrito como el principal movimiento intelectual y artístico del siglo XIX y estuvo principalmente determinado por la música, la poesía, el arte, la literatura e incluso a veces la política. 

               Mantuvo el énfasis en las emociones y en la imaginación del hombre al igual que en la naturaleza, el poder, y la incertidumbre. Hay un importante contraste entre ciencia, el orden de la ilustración y la razón, a las que dejaron de considerar por un tiempo el eje de la vida del hombre. También llegaban a anteponer el sentimiento frente al objetivismo.

                     1.1.2- Explica dónde y cuándo surge.

                     Este movimiento comenzó a finales del siglo XVIII debido a varias revueltas
como la crisis de los ideales ilustrados o la Revolución Industrial durando hasta mediados o finales del siglo XIX. Apareció primeramente en los paises Alemania y Gran Bretaña extendiendose previamente hacia el resto de Europa e incluso a América.

              1.2- CONTEXTO HISTÓRICO:
                    

                   1.2.1- El nacimiento de Romanticismo está muy ligado a un acontecimiento histórico muy importante de la historia universal. Di cuál es, explica qué consecuencias tuvo este acontecimiento en la política y la sociedad de Europa (compara el régimen político que había antes con el nuevo)

                      Podríamos perfectamente decir que el Romanticismo fue principalmente causado por la Revolución Francesa. Ocurrida en el siglo XVIII debido a la aparición de una gran crisis económica en este pais. Francia, reinada en ese entonces por Luis XVI, se vió llena de revueltas propuestas por los campesinos y pertenecientes a la clase tercera, compuesta por gente sin privilegios debido a la monarquía absoluta que reinaba en ese lugar. Los campesinos crearon la Asamblea Nacional (1789) con la esperanza de eliminar el Antiguo Régimen y de disminuir la diferencia entre burguesía y los agricultores.
                 Se consiguió bastante rápido tres años después, en los que consiguieron acabar con el sistema económico feudal, la monarquía absoluta y la sociedad estamental. Esto dió lugar a un nuevo sistema económico que llevó después al capitalismo moderno y a partir de ahora se reconocería la propiedad privada. 

                    El antiguo régimen estaba controlado principalmente por el rey ya que estaba organizado en una monarquía absoluta y dividido en estamentos. El nuevo régimen político en cambio estaba organizado en una monarquía parlamentaria en el que se podían elegir algunos representantes por medio de votaciones (sufragio) y este régimen contrastado con el otro está divido en clases sociales.



                      1.2.2- ¿Qué relación tienen estos cambios con la llegada del Romanticismo?

                      Estos cambios dieron lugar a un hombre nuevo y regenerado que creía en sus derechos. Inspiró a los hombres amantes de la libertad con felicidad y esperanza ya que el final de la revolución  y del Antiguo Régimen prometía un futuro más claro y generoso para gente que antes era provisto de menos privilegios que el resto. Estas cosas hicieron que le hombre quisiera expresar sus sentimientos al resto de personas dando lugar a nuevas formas en la literatura y el arte que se empezaban a considerar como románticas.


Enlaces útiles para esta pregunta: - Relación entre Revolución Francesa y Romanticismo
                                                       -Esquemas sobra la Revolución Francesa


              1.3- TEMAS: 

                      1.3.1- Individualismo:

      

                    - ¿Por qué los románticos dan tanta importancia al YO?

                     Los románticos creían que la realidad verdadera se encontraba dentro de ellos en su propia alma y en su propio espíritu y era una existencia que los sentidos no podían percibir y que no se encontraba fuera del ser humano. Estos artistas caen en el egocentrismo y creen tener un don sobrenatural que les permite comunicar a los mortales mediante sus obras lo que estos no pueden ver. Por esto piensan que por encima de cualquier otra realidad está el YO.

                    - En consecuencia, ¿qué tipos de temas predominan en la literatura romántica?

                     Al sentir libertad de expresarse y de creer en su don sobrenatural los artistas empezaron a hacer obras con sus emociones y sus sentimientos, por eso predominan como temas el amor (tanto el triste y melancólico, como el apasionado o como el amor no correspondido) y otros temas más melancólicos como la nostalgia, la tristeza, la desesperación e incluso la frustración. Pero sobre todo al sentirse superiores a los demás predominaba entre los otros el tema de la soledad.

                     1.3.2- Irracionalismo:
                                     
                                              


                    - ¿Por qué los románticos desprecian la razón y dan toda la importancia a los sentimientos?

                    En este tiempo ellos antepondrán sus sentimientos a las tesis y a los distintos razonamientos. Además para poder entender la realidad cambiante en la que se encontraban acudirán a los sentimientos, como hemos dicho antes, ya que durante el romanticismo no poseerán un pensamiento cuadriculado o metódico ni tampoco lógico o racional sino más bien sistemático. Y harían sus obras finamente más misteriosas y sobrenaturales ya que valoran sueños, fantasías y emociones.

                    1.3.3- La libertad:

                   - ¿Qué es para los románticos la libertad?

                  La libertad es una nueva concepción del Yo surgida a raíz de la Revolución Francesa donde apoyaron la libertad del pueblo para revelarse contra el absolutismo. La libertad personal es considerado un principal valor en la doctrina política del liberalismo y también se manifiesta en la anulación o abolición de las reglas neoclásicas. Y los románticos veían la necesidad del individuo para explorarse y explorar el resto del mundo.             

                   - ¿Cómo repercute la libertad en el concepto romántico de la literatura?

                   A partir de ese momento se defendería la libertad del autor frente a distintos preceptos y ahora tendrían libertad absoluta para todas sus creaciones. Intentarán también llevar sus ideas de libertad a todas las esferas de la vida humana consiguiéndolo también mediante la literatura. Se pueden ver algunos ejemplos de libertad en la literatura en las prosas de Mariano José de Larra o en poesías de José de Espronceda como El reo de muerte o la Canción del pirata. 
   
                   1.3.4- El rechazo del mundo:





     

                  - ¿Por qué los románticos rechazan el mundo que les rodea?

                  El rasgo central de los románticos sería que tienen una conciencia desgraciada y a su vez el tema más común en esa época será la angustia humana ante lo incompleto de la vida, que es fugaz e inconsistente. No está conforme con su vida ya que sus ideales se ven confrontados por la realidad que se está viviendo en ese momento, por esa razón se sentirá frustrado e inseguro.

                  - ¿Qué salida encuentran en muchos casos?

                   Debido a este motivo los artistas se refugiarán en mundos imaginados por ellos mismos y en otras épocas no conocidas. Se obsesionarán con la muerte y lo misterioso que es lo único que puede quitarles esta angustia vital. Los artistas religiosos podrán encontrar consuelo en la mística aunque la mayoría de los ateos caerán en la desesperación. Los románticos piensan que solo algunos elegidos desvelarán el misterio de la mente humana y al no poder descubrirlo ellos mismos se frustrarán encontrando a veces la salida de su desesperación previa en el suicidio.
                   
                 1.3.5- La rebeldía:
                                            
                  
                    - ¿Por qué los románticos tienen una actitud rebelde ante lo establecido?
                   
                    Las distintas desilusiones de la época les llevan al desengaño que se manifestaría seguidamente en forma de rebeldía ante la comunidad e incluso ante Dios . Los románticos lucharían contra la política y sociedad de su tiempo a la vez que reclaman y desean la igualdad entre todos los habitantes del pueblo.

                    - ¿Qué tipo de personajes admiran por ello?

                   Admiraran por este motivo a personajes famosos y que se han rebelado contra una injusticia y que son un símbolo para ellos, así como Caín, Prometeo, Satanás (quienes se burlan y desafían al mismo Dios o a los dioses que les han creado) aunque también se inspiran en Don Juan Tenorio ( quien busca el amor y el absoluto uno a través del otro).
                    1.3.6- Evasión:
                                        

                      
                - ¿Por qué los románticos huyen de la realidad?

                Ellos rechazaban la sociedad de su propia época, con la que estaban en desacuerdo y se veían descontentos a su vez con esta etapa en el tiempo. Están pues encolerizados y contrariados por sus propias vidas y también por ellos mismos

                - ¿De qué dos formas se evaden de la realidad?

               Una de las formas de evadir esta realidad agonizante era creando un nuevo concepto de naturaleza e inspirar sus obras en lugares del mundo situados lejos de la ubicación real de los artistas, por eso podían recurrir al mundo del sueño, ya que no sabían exactamente si las tierras más alejadas eran realmente de esa manera. La otra de las maneras de evadirse de la realidad era eludir la realidad ordinaria y transportarse a otros años y épocas del tiempo, sobre todo a la Edad Media( de la que no se tenía mucha información), por esa razón idolatraban a distintas damas y caballeros. 
               Estos artistas están abiertos al misterio, a lo desconocido y al enigma y viajarían a otros mundos imaginarios creados por ellos mismos. 

                    1.3.7- La naturaleza:


                       
                    - ¿Para qué utilizan los románticos la naturaleza?

                   La naturaleza romántica esta personificada, en la cual se refleja el estado anímico del autor y a su vez los sentimientos del personaje principal. La naturaleza evoca una serie de cosas y se le otorga un alma y una variedad muy amplia de simbolismos ocultos. El hombre se sentirá inmediatamente dominado e hipnotizado por ella y conocerá sus límites.
                    - En consecuencia, ¿cómo es esa naturaleza?

                    Será siempre una naturaleza oscura, tal vez con pasajes sombríos, cementerios, barcos e incluso ruinas, que serán visto como un símbolo de caducidad. Todo esto debida al estado de ánimo del artista.
                   

                    1.3.8- El amor:
                
                     - Explica cómo es la relación que tienen los románticos con la mujer
                     
                    La relación con la mujer es descrita por necesidades fisiológicas, impuestas antes que la lujuria y/o el placer sexual. Se idealiza a la mujer de una manera inalcanzable, y se dice que su amor lleva hasta Dios. Este amor puede ser muy pasional (tal como expresó José Zorrilla en Don Juan Tenorio), pero a la vez puede ser muy melancólico(como expresó Becquer). Y a su vez el comportamiento de la mujer también tiene tendencia a variar, en unos aspectos u obras puede ser muy dócil e inocente y en otras implacable y malvada.
                           
                     - ¿Qué sentimientos le provoca esta relación?
         
                     Como sabemos de antes, este amor hacia la mujer es por una parte inalcanzable, lo que les hace sufrir y ver por un lado a la mujer como una fatalidad que puede llegar a destruir al hombre. Estas tensiones y desgracias que sufre el amado pueden acabar en infidelidad hacia la pareja e incluso en muerte, como forma de escape.


                     1.3.9- Identifica estos temas en el poema de Espronceda La Canción del pirata: di en qué versos los localizas explicando lo que dice en ellos
                     Con diez cañones por banda,         
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman
por su bravura el Temido
en todo el mar conocido
del uno al otro confín. 
    En esta primera estrofa podemos identificar la libertad en los cuatro primeros versos ya que el escenario se encuentra en el mar y la rebeldía en el resto de versos ya que el principal personaje es un pirata muy temido y bravo.
  
           
          La luna en el mar riela,            
en la lona gime el viento
        y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
     cantando alegre en la popa,
         Asia a un lado, al otro Europa,
     Y allá a su frente Estambul: 
 
   Aquí podemos diferenciar la naturaleza ya que habla de las olas del mar y de la luna y también observamos una referencia a la libertad, navegando hacia otro lugar. Además en este verso podemos identificar la evasión pues se encuentra entre dos mundos
 
                        -Navega, velero mío,             
                             sin temor            
que ni enemigo navío,
   ni tormenta, ni bonanza
       tu rumbo a torcer alcanza, 
ni a sujetar tu valor. 
 
   Podemos reconocer el tema de individualismo ya que el pirata se encuentra solo con su barco, y la libertad de que nada podrá pararle. El personaje también es bastante irracional pues no teme ni tiene miedo a nada.
           


Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies. 
 
  En esta estrofa se expresa perfectamente el tema de la rebeldía ya que destruyen las presas a despecho del ingles.
           


Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
 
    (*)En la estrofa principal del poema podemos observar la referencia al individualismo ya que su barco es suyo y es su propio tesoro y también la libertad y la naturaleza ya que huye por el mar ayudado del viento.

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío
a quien nadie impuso leyes.


   En estos versos se recrea también el tema de libertad ya que quiere huir de la tierra donde hay guerras hasta el mar. Con la primera palabra del verso "Allá" se refierre a la tierra firme y a la vida llena de leyes y reglas. Es también individualista pues usa el pronombre mío 

Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
 
   El tema de la rebeldía se plasma en este verso pues afirma que nadie puede parar su valor. Identificaríamos también los temas de individualismo y de libertad


Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.    
 (*) 


A la voz de ¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer. 
 
  Aquí se pueden ver los temas de libertad y rebeldía pues su furia es temida y desea escapar de aquel ñugar donde está. Se expresa el individualismo pues el se cree el más fuerte de todos
           


En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival. 
 
   La  libertad se encuentra en esta estrofa pues dice que se siente atraido por algo más que no es solo material. Este es uno de los versos en los que se puede ver la idealización, en este caso del amor


Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar. 
(*)
 
    ¡Sentenciado estoy a muerte!
            Yo me río:            
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena
colgaré de alguna antena
quizá en su propio navío.
 
  Como en ninguna otra estrofa anterior aquí podemos detallar el tema del rechazo del mundo y quizas evasión pues dice que está sentenciado a muerte, además también vemos rebeldía en los últimos versos. Podríamos también distinguir los temas de libertas e ondividualismo.

                                Y si caigo,            

¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo sacudí. 
 
  Aquí como en la anterior estrofa se puede ver evasión, rechazo a la vida y rebeldía por las mismas razones.
 

                 Que es mi barco mi tesoro,
              que es mi Dios la libertad;
  mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
                                             (*)
 
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
 
  Se describe aquí el tema de la libertad y la rebeldía por los cañones, el estrepito y los rugidos. Se distingue de nuevo el individualismo por el uso que da el autor a "mi"



Y del trueno
al son violento,
y del viento,
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
 
  Aquí se encuentran los temas de naturaleza y libertad ya que hace referencia a elementos del mar.



Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.  
(*)
 




 


      

                         2-EL  ROMANTICISMO EN ESPAÑA

                    2.1- CONTEXTO HISTÓRICO:
  
                   

               2.1.1- Explica las circunstancias históricas concretas de España que hicieron que el Romanticismo llegara más tarde: qué régimen político había hasta 1808, qué paso este año, quiénes eran los afrancesados, qué eran las Cortes de Cádiz,  qué ocurrió después de la Guerra de Independencia, hasta que año duró el Absolutismo, qué régimen político sucedió al Absolutismo.

                      Este periodo debido a guerras constantes y cambios de gobierno será uno de los más caóticos de la historia española. Comenzaron las revueltas cuando España se encontraba todavía en el Antiguo Régimen, en 1805 la Armada fue derrotada en la batalla de Trafalgar por los ingleses, lo que deja al país sin defensas. Gracias a esto en mayo de 1808 Napoleón Bonaparte invade el pais, obligando al rey a abdicar y nombrando a su hermano José Bonaparte nuevo monarca.

                   Debido a la llegada de un nuevo rey se comienzan a convocar cortes y juntas para destituir al rey ante la incapacidad de reinar por ellas mismas. De este grupo de cortes se destacan las Cortes de Cádiz, que asumirían la soberanía nacional y crearían la Constitución en 1812. Finalmente se impuso el movimiento liberaloburgués, aquel que defiende la burguesía y que se basa en el liberalismo.

                       Tras desterrar a José, Fernando VII recupera el poder, aunque esto significaría la vuelta al Antiguo Régimen. Pero acepta la Constitución en el Trienio Liberal (1820-1823)  y se mantiene medianamente la calma en estos años. En 1833 el rey Fernando muere, pero habiendo previamente eliminado la Ley Sálica, para que su hija Isabel pudiera heredar el trono. Algunos grupos se oponen a esta decisión y apoyan a su tío Carlos dando lugar a las denominadas guerras Carlistas, aunque el periodo de gobierno de Isabel se resistió y acabó en el poder hasta 1868 con un reinado más moderno y un régimen liberal.

                        Durante esta invasión se crean tres distintos grupos apoyando a distintos bandos: loa absolutistas, provenientes de clases nobles que tendrían ganancias  y poder gracias a las protestas, los liberales ilustrados, provenientes del pueblo, y los afrancesados, aquellos que defienden el poder francés de José Bonaparte y su distinta legislación. Pueden parecer antipatriotas pero en realidad eran ilustrados que deseaban un futuro mejor para España pues pensaba que el nuevo rey podría traer reformas de la revolución francesa( reformas económicas, sociedad estamental...) Moratín, Lista o Goya podían ser considerados afrancesados y emprenderían el exilio seguidamente.

                        
                     2.1.2- ¿Cuánto tiempo duró el Romanticismo español?

                    El Romanticismo Español comenzará a princpios del siglo XIX con un pequeño retraso teniendo en cuenta su empiece en otros países. Como hemos entendido en la pregunta anterior los románticos se exiliaran tras la vuelta del Antiguo Régimen debido a que Fernando VIII recuperó el trono pero volverán al país después de su muerte. Y el Romanticismo continuará en su plenitud incluso durante el reinado de Isabel II coincidiendo con el liberalismo consolidándose en el poder y el Realismo en esta época.

                     2.2- LA POESÍA:
                     2.2.1- ¿Qué dos etapas se diferencian en la poesía romántica española? 

                    Las dos etapas que se pueden diferenciar en el romanticismo español que tienen en el ámbito de la poesía pueden ser: el romanticismo, donde se expresaban las ideologías liberales y las emociones y sentimientos personales mayoritariamente y la otra etapa sería el posromanticismo donde no se ornamentaban tanto las obras y destacaba también la poesía intimista.

                      Los autores destacados de la etapa romántica serían José de Espronceda y Mariano José de Larra y de la posromántica brillarían Rosalía de Castro y Gustavo Adolfo Béquer
 
                     2.2.2- José de Espronceda: 

                     - ¿Qué datos biográficos le convierten en un auténtico romántico?

                     José de Espronceda nació en el comenzó del Romanticismo y toda su vida se encontró dentro de este periodo (1808-1842). Desde pequeño fue influenciado por románticos así como el profesor de su colegio Alberto Lista, quien además de profesor ejerció como matemático, poeta y crítico. Se exilió del país por razones sociales varias veces a paises cercanos como Portugal, Inglaterra y Francia pero regresó como tantos otros tras la muerte del rey. Tiene inclinaciones de liberal exaltado e incluso participó en la revuelta de París en 1830. Sus temas son también románticos causados por distintos aspectos de su vida como el amor y el rechazo del mundo tras saber que no podía estar con Teresa Mancha, a quien él amaba.

                     - ¿Quiénes eran los protagonistas de sus poemas?

                    Sus obras eran protagonizadas mayormente por personajes rebeldes, incomprendidos o inadaptados con un carácter indisciplinado así como el que se refleja en piratas, cosacos, mendigos y personajes donjuaneros.

                     - Pon el título de algunos de sus poemas:

                     Sus poemas cortos más famosos los denominaría con el nombre de ' Canciones ' de las que destacan «Canción del pirata», «El canto del cosaco», «El mendigo», «El reo de muerte» y «El verdugo». También escribiría poemas más extensos como «El Pelayo» (1827) o «El estudiante de Salamanca» (1839).
           
                                                                   
 
                    2.2.3- Rosalía de Castro:
         
                    -  Títulos de sus libros de poemas:

                    * Su primer libro de poemas fue «La Flor» publicado en el año 1857.

                    * Escribió «A mi madre» en 1863, versos dedicados a la mujer que la había criado.

                * Una de sus mayores obras, «Cantares Gallegos» fue publicado en 1863 y en 1872 se publicó una segunda edición que añadía otras 4 partes a las 5 que ya había.

                     * Su poemario «Follas Novas» fue publicado en 1880.

                      *« En las orillas del Sar» sería su último poema y sería publicado en 1884. 

                    - ¿En qué lenguas están escritos?

                    Sus obras están íntegramente escritas en gallego o galaicoportugués excepto la última de ellas « En las orillas del Sar», que está escrita en castellano por completo

                    - ¿Por qué su obra es tan importante para la lengua gallega?
   
                    En ese tiempo la lengua gallega era considerada por todos un dialecto, sin mayor prestigio desde hace años y ella retoma la tradición escribiendo en galaicoportugués. Rosalía reivindicó el uso de esta lengua y prestigio al gallego como lengua literaria. Influenciando después nacionalismo y liberalismo romántico.



                    - Temas  de su obra poética:

                    Rosalía se centra por una parte en la sociedad gallega, expresando sus costumbres, desventajas y veces que han sido presos de injusticias y obstáculos. Se recrea también en el paisaje y en la naturaleza debido a los bosques que la rodeaban y las bonitas vistas que se encuentran en territorio gallego. Por otra parte expresa sus sentimientos en las obras escritas, y se centra mayormente en temas pesimistas como la muerte, el suicidio, la soledad o la melancolía. Trata además temas de amor tanto sobre desengaños como pasionales.



                                                  
                                               
    Tumba                                        Rosalía de castro                 Rio Sar
   
                                                                                                                                                                                                                                                                            
                                                                                                                       
                2.2.4- Gustavo Adolfo Bécquer:
         
                - ¿ Qué datos biográficos le convierten en un auténtico romántico?

                Nació a mitad del siglo XIX y el desamor enfermedad y pobreza fueron unos aspectos muy destacados de su vida. Bécquer quedó huérfano de padres de pequeño y fue adoptado por su madrina, quien tenía una prominente biblioteca. En ella pudo conocer artistas que le impulsarían en sus ideas como Byron, Espronceda o Alberto Listas, a quien le dedicó su primer poema a los doce años. Fue engañado en una relación de pareja y previamente también por su mujer, ya casados y con hijos. Varias veces tuvo que ingeniárselas para salir adelante económicamente, y también sufrió bastante la muerte de su hermano. Plasmará sus emociones y sentimientos en sus obras, teniendo estos temas y ocasiones de su vida como inspiración. 

                -  Temas de la Rimas:

               En esta compilación de 86 poemas de extensión variable, que publicarían en 1871 Bécquer expresaría vastamente sus emociones mucho más que otros artistas de la época del Romanticismo. Se da una pequeña preferencia a la rima asonante y serían la mayoría poemas breves aunque pueden variar. Se pueden ver tratados temas melancólicos, pasionales, pesimistas e incluso filosóficos en alguna ocasión. También se inspiraría en la belleza y emoción de la naturaleza aunque nuca llegó a mezclar sus propios sentimientos y experiencias con lo fantástico

                Sus poemas pueden estar divididos en principio, en cuatro partes dependiendo del su contenido y de sus temas.
                     * Rimas I hasta VIII: ya que antes se daba poco intimismo a lo lírico él intentara expresar sus sentimientos dándole importancia a la grandeza de la poesía. Como se sentía frustrado al no poder decir lo que el deseaba, elogiaba el poder que tenía la poesía al hacerlo posible en sus rimas y versos.
                        * Rimas IX hasta XXIX: su tema principal era el amor dichoso y del que se gozaba. El poeta encuentra la belleza de la mujer como algo inalcanzable y preciado. Aunque la mujer sería algo parecido a un sueño disfruta con este amor.
                  * Rimas XXX hasta LI: al contrario que el anterior estos poemas tratan el amor desdichado e incluso doloroso. Esta ilusión anterior lleva a la tristeza y soledad. La separación de este amor lleva al dolor y al olvido haciendo que el artista desee incluso la muerte. Según se dice en los versos este amor es proporcional al dolor.
                          * Rimas LII hasta el final: Trata temas generalmente melancólicos y sobre la muerte. Escribirá rimas sobre el dolor de vivir, la angustia y la soledad tras la ausencia del amor y la monotonía y el sinsabor de su vida.

              
                - ¿Qué tenía de novedoso en la poesía española el lenguaje empleado este libro?

                Bécquer al ser un artista romántico más tardío se encontraba en una época donde se estaba restaurando el idealismo en nuevos sistemas, por lo tanto no se inspiró en el romanticismo inglés ni el el francés, en los que se encuentran un montón de ornamentaciones y una escritura mas recargada, sino que se inspiró en la literatura romántica alemana, sin tantas decoraciones. En vez de usar estas técnicas Bécquer expresa sus sentimientos bastante elaborados pero de una manera delicada y con una gran simpleza. 
           
                                                                 
               - A continuación tienes dos poemas de Bécquer que representan perfectamente sus temas y su lenguaje. Léelos y responde a las siguientes preguntas:

                1- ¿A cuál de los temas del libro de los que has hablado antes pertenecería este poema?

               La Rima II de Bécquer pertenecería al tema de la poesía, el primer tema. Ya que expresa la grandiosidad de la poesía e intenta expresar una serie de sentimientos y emociones mas no encuentra palabras adecuadas. Además ese tema abarca desde la rima I hasta la VIII.

                2- ¿Qué reflexión hace Bécquer sobre él y sobre su vida?


              El autor reflexiona sobre su propia vida, no sabe qué cosas le deparará el futuro y cómo acabará su vida. Por eso se identifica con una cantidad de objetos que se pueden parecer a él en ese sentido.Se siente perdido y tampoco sabe a donde ir.

                3- Fíjate en que todo el poema es una sucesión de término imaginarios (una saeta, una hoja, una ola, una luz). ¿Cuál crees que es el término real y en qué parte del poema aparece? 


              El termino real es él mismo y lo expresa casi literalmente en la última estrofa donde dice que es él mismo y que cruza el mundo sin pensar de donde viene y hacia donde va. 

                4- ¿Qué tienen en común el poeta y esas cuatro cosas?


              Tienen en común que no saben lo que les acontecerá en el final, podran caer en cualquier sitio y cualquier día.  

              5- El paralelismo es un recurso literario que consiste en repetir la misma estructura sintáctica de una frase. Escribe todos aquellos versos que sean paralelos entre sí.


              Los primeros versos de las cuatro primeras estrofas son todos sintagmas nominales uniendo sus terminos con el pronombre relativo que (     ). Los últimos versos de las estrofas que corresponden a sintagmas verbales (     ). Luego encontramos un paralelismo entre dos sintagmas adjetivales de la primera y cuarta estrofa (      ). También en la tercera estrofa el segundo y tercer verso son paralelos pues son sintagmas verbales que comienzan con la conjunción " y "  (     ). Son paralelos igualmente los sintagmas del primer y cuarto verso subrayados de color gris (     ).

Todos las estrofas de este poema se podría decir que son paralelos debido a su significado. Todos ellos comienzan hablando de un término imaginario el cual hace varias acciones. El primer verso y el segundo hablan de la vida de este término, en el tercero se habla de algo que se desconoce y en el cuarto se habla sobre el futuro de este.


                                                                    RIMA II

                                      Saeta que voladora
                                                         cruza, arrojada al azar,
                                                         y que no se sabe dónde
                                                         temblando se clavará; 

                                                          hoja que del árbol seca
                                                         arrebata el vendaval,
                                                         sin que nadie acierte el surco
                                                         donde al polvo volverá;  

                                                          gigante ola que el viento
                                                          riza y empuja en el mar,
                                                          y rueda y pasa, y se ignora
                                                          qué playa buscando va;


                                                          luz que en cercos temblorosos
                                                          brilla, próxima a expirar,
                                                          y que no se sabe de ellos
                                                          cuál el último será;  


                                                          eso soy yo, que al acaso
                                                          cruzo el mundo sin pensar
                                                          de dónde vengo ni a dónde
                                                          mis pasos me llevarán.

                        

         1- Compara la forma de hacer metáforas del poema anterior con este: ¿qué tienen en común?

         Lo que tienen en común esta forma de hacer metáforas es que su término real solo aparece en la última estrofa y sus términos imaginarios aparecen en los primeros versos de cada estrofa.

           2- Según este poema, ¿en qué consiste el amor para Bécquer?

        El amor consiste en que dos almas iguales se sigan por el camino de su vida hasta acabar juntándose, para crear un ser superior y destruyéndose. Estas dos almas están compenetradas pues piensan en lo mismo al mismo tiempo, al igual que cuando los dos amantes piensan en besarse en ese momento (Dos besos que a un tiempo estallan).

        3- ¿Encuentras paralelismo en este poema?¿Dónde?

          Encontramos paralelismos en todos los primeros versos y alguno más que comienzan con un sintagma nominal con un adjetivo numeral con función de determinante (      ). Reconocemos también unos sintagmas verbales en los últimos versos de cada estrofa  (       ) y otros sintagmas verbales que comienzan con la conjunción "y" (       ).

Al igual que en la rima anterior significativamente todas las estrofas se considerarían paralelas, en el primer verso de estas se identificaría el termino imaginario. En el segundo se habla de su nacimiento y en el tercero de como se conocerían las dos partes del témino. En el cuarto se finaliza diciendo que la unión de estas dos partes lleva a la destrucción formando solo una.

                                                                   RIMA XXIV
                        
                                                          Dos rojas lenguas de fuego
                                                          que a un mismo tronco enlazadas
                                                          se aproximan y, al besarse,
                                                          forman una sola llama.

                      
                                                           Dos notas que del laúd
                                                           a un tiempo la mano arranca,
                                                           y en el espacio se encuentran
                                                           y armoniosas se abrazan. 


                                                            Dos olas que vienen juntas
                                                           a morir sobre una playa
                                                           y que al romper se coronan
                                                           con un penacho de plata.


                                                             Dos jirones de vapor
                                                            que del lago se levantan
                                                            y, al juntarse allá en el cielo,
                                                            forman una nube blanca.


                                                            Dos ideas que al par brotan;
                                                            dos besos que a un tiempo estallan,
                                                            dos ecos que se confunden;
                                                            eso son nuestras dos almas.




  En este enlace se puede encontrar las rimas de Becquer analizadas y donde viene información sobre su vida además de una linea del tiempo: Vida y Rimas de Béquer

                       2.3- EL ENSAYO:
 
                      2.3.1-Mariano José de Larra:
 
                 
 
                   - Vida y personalidad: ¿Cuándo y dónde nació Mariano José de Larra? ¿Por qué su familia tuvo que exiliarse?¿Cuándo vuelve a España? ¿Cuál era su ideología política? ¿A qué se dedicó profesionalmente?¿Qué frustraciones en su vida influyeron en su personalidad decepcionada típica del Romanticismo?¿Cuándo y en qué circunstancias muere? ¿Te parece una forma de morir típica del Romanticismo?¿Por qué?

                      Mariano José de Larra no nació en uno de los mejores año pues nació en 1809, un año después de la Guerra de la Independencia. Esta pudo ser una de las causas del exilio de su familia a Burdeos, Francia, en 1813, ya que su padre servía como médico a las tropas de José Bonaparte. Les acusaron de afrancesaron pero regresaron a Madrid, su tierra natal, en 1818. Tras su vuelta estudió medicina en la universidad, que decidió dejar al año y estudió derecho, que dejó también para dedicarse al periodismo, con el que se hizo famoso bajo varios seudónimos ( Primero "El Duende" y tras el cierre de ese periódico " Fígaro").

                        Aunque se dedicó mayormente al periodismo también tuvo un gran interés por la política activa y liberal y llegó incluso a ser diputado de Ávila contra los demás conservadores. Esta sería una de las principales frustraciones que le llevaron a la muerte pues veía que el liberalismo y sus ideas no se llevaban a cabo. Otra de ellas fue saber que la mujer de la que estaba enamorado de joven era la amante de su padre, además acabó casándose con una mujer con la que no se entendía bien y finalizó el matrimonio cuando se separó de ella. Tras estos dos desamores le volvió a gustar una mujer llamada Dolores, aunque esta era casada y tenían encuentros sin que su marido lo supiese.

                           Finalmente decidió suicidarse en 1837 con tan solo 27 años de edad, tal vez a causa de que su amante Dolores le dijo aquel mismo día que no había esperanzas de que se casaran. Este artista también sufría debido a que se encuentra en el país de España y lo critica pues él de pequeño había sido criado y educado en Francia. Se disparó en el corazón para representar su depresión después del desamor y frente a un espejo para verse morir.





                 - ¿En qué se diferencian los artículos de costumbres de Larra de los de otros contemporáneos suyos como Mesonero Romanos?  Escribe cinco títulos. ¿Qué costumbres españolas no le gustaban? ¿Qué pretende hacer con estos artículos? 

                       Larra, en estos artículos no pinta tipos y costumbres como Mesoneros Romanos, sino que se vale de ellos para enseñar la cara crítica de España, al igual que las contradicciones, propiedades, defectos y exigencias del país. Para estos representantes como Mesoneros los artículos no tendrían mayores consecuencias pero para Larra los artículos eran una forma de reformar la sociedad y a la vez le preocupa más el interior del personaje.

                      Este artista critica las principales costumbres españolas y que más visibles son para el resto de la gente, critica pues la grosería de los pueblos con un lenguaje altanero y la falta de modales (Entre qué gente estamos), hace frente al sistema educativo y penitenciario así como la pena de muerte (El casarse pronto y mal, Reo de muerte), también a la burocracia española (Vuelva usted mañana). Opina igualmente sobre la rudeza y el comportamiento de la gente de hace años, a la antigua usanza (El castellano viejo) y sobre todo sobre las profesiones y empeños que hacen muestras de corrupción (Empeños y desempeños).

                      Él pretende exponer reflexiones y juicios sobre problemas esenciales del ciudadano, para eso es realista y tiene una intención moralizadora, siendo muy crítico y denunciando errores. Pricipalmente para humillar conciencias y pedir cambios.
                         

Lee estos  artículos y contesta las siguientes preguntas: 

                                                    EL CASTELLANO VIEJO 

1-¿Qué dice Larra sobre el estado del pavimento de las calles madrileñas?

     Larra piensa que el empedrado del pavimento de las calles de Madrid no es de los mejores para andar en tus propios pensamientos, ya que tiene algunos baches que pueden hacerte tropezar.

2- ¿Qué le hizo salir de sus pensamientos?

       Cuando un conocido dio una gran palmada con sus grandes manos y apoyó seguidamente una de ellas sobre los hombros del autor.

3- ¿Qué hizo luego ese conocido para presentarse?

      Sujetó a Larra por detrás y le colocó las manos en los ojos para que él no pudiera reconocerle, y seguidamente le preguntó quién era el que le sujetaba.

4-¿A qué le invita?

        Le invita a comer al día siguiente con él pues será entonces su cumpleaños.     

5-¿Cómo se toma su negativa?

         Se la toma enfadado pues le insiste varias veces en que vaya si no quiere que acaben riñendo.        
6-¿A qué clase social pertenece Braulio? Por tanto, ¿su falta de modales obedece a que no ha tenido acceso a la educación?

         Braulio pertenece a una clase social media, pues nos dice que no es de sociedad de buen tono pero que tampoco es de una clase baja ya que es un empleado de segundo orden. Su falta de buenos modales no ha tenido que ver con su educación ya que recibió una mas tampoco era la mejor de todas.

7-¿En qué consiste su patriotismo?

         Braulio piensa que todo lo encontrado en España, su país, es mejor que cualquier otra cosa, en unas bien puede tener razón pero en otras tal vez no.

8-¿A qué hora empiezan a comer?

         Braulio le sugirió a Larra que se presentara a las dos de la tarde, a una hora temprana pero acabaron sentándose a la mesa a las cinco horas.

10-¿Qué se imagina que va a pasar en la comida para que le proponga a Larra que se cambie de chaqueta? ¿Qué piensa Larra de esto?

         Braulio piensa que la comida podría acabar manchándole el frac que llevaba y se lo cambia por una chaqueta suya, pero Larra piensa que no es necesario ya que él prefiere quedarse con lo que traía puesto.

11-¿Fueron todos los que estaban invitados?

         No, ya que el señor de X, quién les divertiría se había puesto malo aquella misma mañana y el señor de T había asistido a otro convite distinto 

12-¿Estaban sentados cómodamente?¿Por qué?

         No, pues al no recibir visitas normalmente solo tenían una mesa pequeña donde cabían ocho con dificultad, y al ser catorce ese día se apretaron mucho para poder llegar todos a la mesa.

13-¿Cómo les recomendó Braulio que comieran? ¿Qué hizo él como ejemplo de este consejo?

         Les recomendó que comieran sin etiqueta, sin buenos modales, para mostrarlo cogió la cuchara y se sirvió a él primero antes que a los demás.

14-¿Cuál es el motivo, según Larra, de que la comida resultara un desastre en todos los sentidos?

         Uno de los motivos fue que Braulio no paraba de insistir en que todo lo que había hecho su mujer estaba horrible. Otro motivo fue que hubo una serie de acontecimientos que hicieron que toda la ropa que llevaba quedara manchada pero el principal motivo es que se acabaron juntando castellanos viejos en una misma casa sin atender a sus modales.Todos tienen falta de modales a causa de su falta de costumbres desde pequeños y ahora en sus casas

15-¿Qué hacían los convidados que tanto asco le daba a Larra: el niño, el gordo, doña Juana?

         El niño que estaba a su lado izquierdo lanzaba aceitunas a un plato de magras con tomate, el hombre gordo a su otro lado dejó los restos de su pollo y aves que había roído y doña Juana le alargó de su plato y tenedor sin mucha fineza.

16- Explica el incidente del capón

         El convidado de enfrente se disponía para trinchar el capón mas al no conseguirlo el capón salió despedido hacía el centro del mantel, con tal mala suerte que impulsó un surtidor de caldo que le cayó encima al autor. El convidado que intentaba trincharlo dejó caer una botella de vino en el mantel al intentar recuperar el capón pero lo acaba recogiendo una criada que pasa sobre la cabeza de Larra dejando caer grasa de un plato en sus pantalones. Al intentar pedir perdón al poeta se choca con otro criado que llevaba vajilla y copas, haciéndolas caer todas al suelo.

17-¿Cómo termina el convite para Larra?

         Cuando Larra está apunto de salir de la casa todo el mundo le insiste en que cante algunos versos impidiéndole marchar. Larra se pone nervioso pues nunca improvisa sus versos pero tras tanta insistencia dice algún que otro disparate y los demás lo celebran. Sale por fin aliviado de la casa tran una comida espantosa.

       Andábame días pasados por esas calles a buscar materiales para mis artículos. Embebido en mis pensamientos, me sorprendí varias veces a mí mismo riendo como un pobre hombre de mis propias ideas y moviendo maquinalmente los labios; algún tropezón me recordaba de cuando en cuando que para andar por el empedrado de Madrid no es la mejor circunstancia la de ser poeta ni filósofo; más de una sonrisa maligna, más de un gesto de admiración de los que a mi lado pasaban, me hacía reflexionar que los soliloquios no se deben hacer en público; y no pocos encontrones que al volver las esquinas di con quien tan distraída y rápidamente como yo las doblaba, me hicieron conocer que los distraídos no entran en el número de los cuerpos elásticos, y mucho menos de los seres gloriosos e impasibles. En semejante situación de mi espíritu, ¿qué sensación no debería producirme una horrible palmada que una gran mano, pegada (a lo que por entonces entendí) a un grandísimo brazo, vino a descargar sobre uno de mis hombros, que por desgracia no tienen punto alguno de semejanza con los de Atlante?
No queriendo dar a entender que desconocía este enérgico modo de anunciarse, ni desairar el agasajo de quien sin duda había creído hacérmele más que mediano, dejándome torcido para todo el día, traté sólo de volverme por conocer quien fuese tan mi amigo para tratarme tan mal; pero mi castellano viejo es hombre que cuando está de gracias no se ha de dejar ninguna en el tintero. ¿Cómo dirá el lector que siguió dándome pruebas de confianza y cariño? Echome las manos a los ojos y sujetándome por detrás:



-¿Quién soy? -gritaba alborozado con el buen éxito de su delicada travesura-. ¿Quién soy?
«Un animal», iba a responderle; pero me acordé de repente de quién podría ser, y sustituyendo cantidades iguales:
-Braulio eres -le dije.
Al oírme, suelta sus manos, ríe, se aprieta los ijares, alborota la calle y pónenos a entrambos en escena.
-¡Bien, mi amigo! ¿Pues en qué me has conocido?
-¿Quién pudiera sino tú...?
-¿Has venido ya de tu Vizcaya?
-No, Braulio, no he venido.
-Siempre el mismo genio. ¿Qué quieres?, es la pregunta del español. ¡Cuánto me alegro de que estés aquí! ¿Sabes que mañana son mis días?
-Te los deseo muy felices.
-Déjate de cumplimientos entre nosotros; ya sabes que yo soy franco y castellano viejo: el pan pan y el vino vino; por consiguiente exijo de ti que no vayas a dármelos; pero estás convidado.
-¿A qué?
-A comer conmigo.
-No es posible.
-No hay remedio.
-No puedo -insisto ya temblando.
-¿No puedes?
- Gracias.
  -¿Gracias? Vete a paseo; amigo, como no soy el duque de F..., ni el conde de P...
¿Quién se resiste a una sorpresa de esta especie?¿Quién quiere parecer vano?
-Pues si no es eso -me interrumpe-, te espero a las dos; en casa se come a la española; temprano.
Tengo mucha gente: tendremos al famoso X., que nos improvisará de lo lindo; T. nos cantará de sobremesa una rondeña con su gracia natural; y por la noche J. cantará y tocará alguna cosilla.
Esto me consoló algún tanto, y fue preciso ceder: un día malo, dije para mí, cualquiera lo pasa; en este mundo para conservar amigos es preciso tener el valor de aguantar sus obsequios.
-No faltarás, si no quieres que riñamos.
-No faltaré -dije con voz exánime y ánimo decaído, como el zorro que se revuelve inútilmente dentro de la trampa donde se ha dejado coger.
-Pues hasta mañana -y me dio un torniscón por despedida.
Vile marchar como el labrador ve alejarse la nube de su sembrado, y quedeme discurriendo cómo podían entenderse estas amistades tan hostiles y tan funestas.
Ya habrá conocido el lector, siendo tan perspicaz como yo le imagino, que mi amigo Braulio está muy lejos de pertenecer a lo que se llama gran mundo y sociedad de buen tono, pero no es tampoco un hombre de la clase inferior, puesto que es un empleado de los de segundo orden, que reúne entre su sueldo y su hacienda cuarenta mil reales de renta; que tiene una cintita atada al ojal y una crucecita a la sombra de la solapa; que es persona, en fin, cuya clase, familia y comodidades de ninguna manera se oponen a que tuviese una educación más escogida y modales más suaves e insinuantes. Mas la vanidad le ha sorprendido por donde ha sorprendido casi siempre a toda o a la mayor parte de nuestra clase media, y a toda nuestra clase baja. Es tal su patriotismo, que dará todas las lindezas del extranjero por un dedo de su país. Esta ceguedad le hace adoptar todas las  responsabilidades de tan inconsiderado cariño; de paso que defiende que no hay vinos como los españoles, en lo cual bien pude de tener razón, defiende que no hay educación como la española, en lo cual bien pudiera no tenerla; a trueque de defender que el cielo de Madrid es purísimo, defenderá que nuestras manolas son las más encantadoras de todas las mujeres: es un hombre, en fin, que vive de exclusivas, a quien le sucede poco más o menos lo que a una parienta mía, que se muere por las jorobas sólo porque tuvo un querido que llevaba una excrecencia bastante visible sobre entrambos omóplatos.
No hay que hablarle, pues, de estos usos sociales, de estos respetos mutuos, de estas reticencias urbanas, de esa delicadeza de trato que establece entre los hombres una preciosa armonía, diciendo sólo lo que debe agradar y callando siempre lo que puede ofender. Él se muere «por plantarle una fresca al lucero del alba», como suele decir, y cuando tiene un  resentimiento, se le «espeta a uno cara a cara». Como tiene trocados todos los frenos, dice de los cumplimientos que ya sabe lo que quiere decir «cumplo» y «miento»; llama a la urbanidad hipocresía, y a la decencia monadas; a toda cosa buena le aplica un mal apodo; el lenguaje de la finura es para él poco más que griego: cree que toda la crianza está reducida a decir «Dios guarde a ustedes» al entrar en una sala, y añadir «con permiso de usted» cada vez que se mueve; a preguntar a cada uno por toda su familia, y a despedirse de todo el mundo; cosas todas que así se guardará él de olvidarlas como de tener pacto con franceses. 
Llegaron las dos, y como yo conocía ya a mi Braulio, no me pareció conveniente acicalarme demasiado para ir a comer; estoy seguro de que se hubiera picado; no quise, sin embargo, excusar un frac de color y un pañuelo blanco, cosa indispensable en un día de días en semejantes casas; vestime sobre todo lo más despacio que me fue posible, como se reconcilia al pie del suplicio el infeliz reo, que quisiera tener cien pecados más que contar para ganar tiempo; era citado a las dos, y entré en la sala a las dos y media.
No quiero hablar de las infinitas visitas ceremoniosas que antes de la hora de comer entraron y salieron en aquella casa, entre las cuales no eran de despreciar todos los empleados de su oficina, con sus señoras y sus niños, y sus capas, y sus paraguas, y sus chanclos, y sus perritos; dejome en blanco los necios cumplimientos que se dijeron al señor de los días; no hablo del inmenso círculo con que guarnecía la sala el concurso de tantas personas heterogéneas, que hablaron de que el tiempo iba a mudar, y de que en invierno suele hacer más frío que en verano. Vengamos al caso: dieron las cuatro y nos hallamos solos los convidados. Desgraciadamente para mí, el señor de X., que debía divertirnos tanto, gran conocedor de esta clase de convites, había tenido la habilidad de ponerse malo aquella mañana; el famoso T. se hallaba oportunamente comprometido para otro convite; y la señorita que tan bien había de cantar y tocar estaba ronca, en tal disposición que se asombraba ella misma de que se la entendiese una sola palabra, y tenía un panadizo en un dedo. ¡Cuántas esperanzas desvanecidas!

-Supuesto que estamos los que hemos de comer -exclamó don Braulio-, vamos a la mesa, querida mía.
-Espera un momento -le contestó su esposa casi al oído-, con tanta visita yo he faltado algunos momentos de allá dentro y...
-Bien, pero mira que son las cuatro.
-Al instante comeremos.

       Las cinco eran cuando nos sentábamos a la mesa.

-Señores -dijo el anfitrión al vernos titubear en nuestras respectivas colocaciones-, exijo la mayor franqueza; en mi casa no se usan cumplimientos. ¡Ah, Fígaro!, quiero que estés con toda comodidad; eres poeta, y además estos señores, que saben nuestras íntimas relaciones, no se ofenderán si te prefiero; quítate el frac, no sea que le manches

-¿Qué tengo de manchar? -le respondí, mordiéndome los labios.
- No importa, te daré una chaqueta mía; siento que no haya para todos.
-No hay necesidad.
-¡Oh!, sí, sí, ¡mi chaqueta! Toma, mírala; un poco ancha te vendrá.
-Pero, Braulio...
-No hay remedio, no te andes con etiquetas.
      Y en esto me quita él mismo el frac, velis nolis, y quedo sepultado en una cumplida chaqueta rayada, por la  cual sólo asomaba los pies y la cabeza, y cuyas mangas no me permitirían comer probablemente. Dile las gracias: ¡al fin el hombre creía hacerme un obsequio!

       Los días en que mi amigo no tiene convidados se contenta con una mesa baja, poco más que banqueta de zapatero, porque él y su mujer, como dice, ¿para qué quieren más? Desde la tal mesita, y como se sube el agua del pozo, hace subir la comida hasta la boca, adonde llega goteando después de una larga travesía; porque pensar que estas gentes han de tener una mesa regular, y estar cómodos todos los días del año, es pensar en lo excusado. Ya se concibe, pues, que la instalación de una gran mesa de convite era un acontecimiento en aquella casa; así que se había creído capaz de contener catorce personas que éramos en una mesa donde apenas podrían comer ocho cómodamente. Hubimos de sentarnos de medio lado, como quien va a arrimar el hombro a la comida,  y entablaron los codos de los convidados íntimas relaciones entre sí con la más fraternal inteligencia del mundo. Colocáronme por mucha distinción entre un niño de cinco años, encaramado en unas almohadas que era preciso enderezar a cada momento porque las ladeaba la natural turbulencia de mi joven adlátere, y entre uno de esos hombres que ocupan en el mundo el espacio y sitio de tres, cuya corpulencia por todos lados se salía de madre de la única silla en que se hallaba sentado, digámoslo así, como en la punta de una aguja. Desdobláronse silenciosamente las servilletas, nuevas a la verdad, porque tampoco eran muebles en uso para todos los días, y fueron izadas por todos aquellos buenos señores a los ojales de sus fraques como cuerpos intermedios entre las salsas y las solapas.

-Ustedes harán penitencia, señores -exclamó el anfitrión una vez sentado-; pero hay que hacerse cargo de que no estamos en Genieys -frase que creyó preciso decir.
Necia afectación es ésta, si es mentira, dije yo para mí; y si verdad, gran torpeza convidar a los amigos a hacer penitencia.

Desgraciadamente no tardé mucho en conocer que había en aquella expresión más verdad de la que mi buen Braulio se figuraba. Interminables y de mal gusto fueron los cumplimientos con que para dar y recibir cada plato nos aburrimos unos a otros.

-Sírvase usted.
-Hágame usted el favor.
-De ninguna manera.
-No lo recibiré.
-Páselo usted a la señora.
-Está bien ahí.
-Perdone usted.
-Gracias.
-Sin etiqueta, señores -exclamó Braulio, y se echó el primero con su propia cuchara.

         Sucedió a la sopa un cocido surtido de todas las sabrosas impertinencias de este engorrosísimo, aunque buen plato; cruza por aquí la carne; por allá la verdura; acá los garbanzos; allá el jamón; la gallina por derecha; por medio el tocino; por izquierda los embuchados de Extremadura. Siguiole un plato de ternera mechada, que Dios maldiga, y a éste otro y otros y otros; mitad traídos de la fonda, que esto basta para que excusemos hacer su elogio, mitad hechos en casa por la criada de todos los días, por una vizcaína auxiliar tomada al intento para aquella festividad y por el ama de la casa, que en semejantes ocasiones debe estar en todo, y por consiguiente suele no estar nada.

-Este plato hay que disimularle -decía ésta de unos pichones-; están un poco quemados.
-Pero, mujer...
-Hombre, me aparté un momento, y ya sabes lo que son las criadas.
-¡Qué lástima que este pavo no haya estado media hora más al fuego! Se puso algo tarde.
-¿No les parece a ustedes que está algo ahumado este estofado?
-¿Qué quieres? Una no puede estar en todo.
-¡Oh, está excelente! -exclamábamos todos dejándonoslo en el plato-. ¡Excelente!
-Este pescado está pasado.
-Pues en el despacho de la diligencia del fresco dijeron que acababa de llegar. ¡El criado es tan bruto!
- ¿De dónde se ha traído este vino?
-En eso no tienes razón, porque es...
-Es malísimo.

         Estos diálogos cortos iban exornados con una infinidad de miradas furtivas del marido para advertirle continuamente a su mujer alguna negligencia, queriendo darnos a entender entrambos a dos que estaban muy al corriente de todas las fórmulas que en semejantes casos se reputan finura, y que todas las torpezas eran hijas de los criados, que nunca han de aprender a servir. Pero estas negligencias se repetían tan a menudo, servían tan poco ya las miradas, que le fue preciso al marido recurrir a los pellizcos y a los pisotones; y ya la señora, que a duras penas había podido hacerse superior hasta entonces a las persecuciones de su esposo, tenía la faz encendida y los ojos llorosos.

-Señora, no se incomode usted por eso -le dijo el que a su lado tenía.
-¡Ah!, les aseguro a ustedes que no vuelvo a hacer estas cosas en casa; ustedes no saben lo que es esto; otra vez, Braulio, iremos a la fonda y no tendrás...
-Usted, señora mía, hará lo que...
-¡Braulio! ¡Braulio!
Una tormenta espantosa estaba a punto de estallar; empero todos los convidados a porfía probamos a aplacar aquellas disputas, hijas del deseo de dar a entender la mayor delicadeza, para lo cual no fue poca parte la manía de Braulio y la expresión concluyente que dirigió de nuevo a la concurrencia acerca de la inutilidad de los cumplimientos, que así llamaba él a estar bien servido y al saber comer. ¿Hay nada más ridículo que estas gentes que quieren pasar por finas en medio de la más crasa ignorancia de los usos sociales; que para obsequiarle le obligan a usted a comer y beber por fuerza, y no le dejan medio de hacer su gusto? ¿Por qué habrá gentes que sólo quieren comer con alguna más limpieza los días de días?
A todo esto, el niño que a mi izquierda tenía, hacía saltar las aceitunas a un plato de magras con tomate, y una vino a parar a uno de mis ojos, que no volvió a ver claro en todo el día; y el señor gordo de mi derecha había tenido la precaución de ir dejando en el mantel, al lado de mi pan, los huesos de las suyas, y los de las aves que había roído; el convidado de enfrente, que se preciaba de trinchador, se había encargado de hacer la autopsia de un capón, o sea gallo, que esto nunca se supo: fuese por la edad avanzada de la víctima, fuese por los ningunos conocimientos anatómicos del victimario, jamás parecieron las coyunturas. «Este capón no tiene coyunturas», exclamaba el infeliz sudando y forcejeando, más como quien cava que como quien trincha. ¡Cosa más rara! En una de las embestidas resbaló el tenedor sobre el animal como si tuviera escama, y el capón, violentamente despedido, pareció querer tomar su vuelo como en sus tiempos más felices, y se posó en el mantel tranquilamente como pudiera en un palo de un gallinero.
       
     El susto fue general y la alarma llegó a su colmo cuando un surtidor de caldo, impulsado por el animal furioso, saltó a inundar mi limpísima camisa: levántase rápidamente a este punto el trinchador con ánimo de cazar el ave prófuga, y al precipitarse sobre ella, una botella que tiene a la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su posición perpendicular, derrama un abundante caño de Valdepeñas sobre el capón y el mantel; corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal sobre el vino para salvar el mantel; para salvar la mesa se ingiere por debajo de él una servilleta, y una eminencia se levanta sobre el teatro de tantas ruinas. Una criada toda azorada retira el capón en el plato de su salsa; al pasar sobre mí hace una pequeña inclinación, y una lluvia maléfica de grasa desciende, como el rocío sobre los prados, a dejar eternas huellas en mi pantalón color de perla; la angustia y el aturdimiento de la criada no conocen término; retírase atolondrada sin acertar con las excusas; al volverse tropieza con el criado que traía una docena de platos limpios y una salvilla con las copas para los vinos generosos, y toda aquella máquina viene al suelo con el más horroroso estruendo y confusión. «¡Por San Pedro!», exclama dando una voz Braulio difundida ya sobre sus facciones una palidez mortal, al paso que brota fuego el rostro de su esposa. «Pero sigamos, señores, no ha sido nada», añade volviendo en sí.

           ¡Oh honradas casas donde un modesto cocido y un principio final constituyen la felicidad diaria de una familia, huid del tumulto de un convite de día de días! Sólo la costumbre de comer y servirse bien diariamente puede evitar semejantes destrozos.

         ¿Hay más desgracias? ¡Santo cielo! ¡Sí las hay para mí, infeliz! Doña Juana, la de los dientes negros y amarillos, me alarga de su plato y con su propio tenedor una fineza, que es indispensable aceptar y tragar; el niño se divierte en despedir a los ojos de los concurrentes los huesos disparados de las cerezas; don Leandro me hace probar el manzanilla exquisito, que he rehusado, en su misma copa, que conserva las indelebles señales de sus labios grasientos; mi gordo fuma ya sin cesar y me hace cañón de su chimenea; por fin, ¡oh última de las desgracias!, crece el alboroto y la conversación; roncas ya las voces, piden versos y décimas y no hay más poeta que Fígaro.

-Es preciso.
-Tiene usted que decir algo -claman todos.
-Désele pie forzado; que diga una copla a cada uno.
-Yo le daré el pie: «A don Braulio en este día».
-Señores, ¡por Dios!
-No hay remedio.
-En mi vida he improvisado.
-No se haga usted el chiquito.
-Me marcharé.
-Cerrar la puerta.
-No se sale de aquí sin decir algo.

        Y digo versos por fin, y vomito disparates, y los celebran, y crece la bulla y el humo y el infierno.
A Dios gracias, logro escaparme de aquel nuevo Pandemonio. Por fin, ya respiro el aire fresco y desembarazado de la calle; ya no hay necios, ya no hay castellanos viejos a mi alrededor.
-¡Santo Dios, yo te doy gracias, exclamo respirando, como el ciervo que acaba de escaparse de una docena de perros y que oye ya apenas sus ladridos; para de aquí en adelante no te pido riquezas, no te pido empleos, no honores; líbrame de los convites caseros y de días de días; líbrame de estas casas en que es un convite un acontecimiento, en que sólo se pone la mesa decente para los convidados, en que creen hacer obsequios cuando dan mortificaciones, en que se hacen finezas, en que se dicen versos, en que hay niños, en que hay gordos, en que reina, en fin, la brutal franqueza de los castellanos viejos! 
                                       
                                                        VUELVA USTED MAÑANA

1- ¿Como creía que éramos los españoles el amigo de Larra?

   El amigo francés de Larra se pensaba que los españoles eran todavía espléndidos, francos, caballerescos y generosos como hace dos siglos.

2- ¿A qué había venido a España ?

 Había venido a España pues necesitaba resolver algunos asuntos de familia, tenía algunas futuras reclamaciones y proyectos para invertir su dinero en algo industrial o mercantil de nuestro país.
3-¿Cuánto tiempo pensaba mucho estar en España para resolver sus asuntos? 

    Pensaba pasar poco tiempo en España, un periodo de quince días e incluso ese tiempo le parecía demasiado.

4- ¿Por qué se ríe Larra de sus pretensiones?

    Por que los españoles no son igual de trabajadores que en Francia, su país, y afirma que no conseguirá hacer nada de lo que se había propuesto en esos quince días de estancia.

5- ¿Qué le pasó con el genealogista, el traductor, el escribiente, el sastre, el zapatero, la planchadora y el sombrerero?

      Al encontrar un genealogista este les dijo que tenía que esperar unos días pues le pillaban en mal momento, tras esperar unos quince días les dio los resultados pero el hombre no entendió bien su apellido y tuvo que hacerlo otra vez.
       El traductor les hizo esperar un mes por los papeles y el escribiente otro para las copias. El sastre le tuvo esperando veinte días por un frac y con el zapatero se vio obligado a comprar unas botas ya hechas. 
       La planchadora necesito veinte días para planchar una camisa y el sombrero otros dos.

6- ¿Cómo se comportaban sus conocidos españoles cuando tenía una cita con él?

     Sus conocidos españoles no acudían a las citas ni avisaban de que iban a faltar ni de por qué no habían acudido.

7- ¿Qué problemas burocráticos tiene el extranjero a la hora de invertir en un negocio en España?

     Al comienzo tardaron varios días en presentar su expediente ante el oficial, luego su expediente se tornó en un informe que estuvo viajando sin haber ninguna novedad. Finalmente decidieron hacer otro expediente y tras medio año les llegó en una nota que su exponente había sido negado.

8- ¿Qué opina el amigo español de Larra sobre la forma de hacer las cosas los españoles aunque estén mal hechas?

     Opina que aunque acaben estando mal echan están al menos finalizadas y que de ese modo se ha hecho siempre y de ese modo seguirá.

9- ¿Qué opina también sobre las intenciones de los extranjeros?

     Opina que los extranjeros vienen a este país a sacarles el dinero.

10-¿Qué argumentos da Larra a favor de que los extranjeros son buenos para un país?

      Larra opina que los extranjeros ponen en circulación un capital nuevo, y nos benefician con este y con su talento, además contribuye mucho en la sociedad. Si gana nos proporciona ventajas que no habríamos conseguido sin su ayuda. Al final este extranjero se acabará asentando en el país y tendrá hijos y nietos que serán españoles y habrá dado de comer a todos los intermediarios que haya necesitado en su estancia en el país.

11-¿Qué termina haciendo el amigo extranjero?

      El amigo extranjero se acaba yendo del país e intentó ver algunas de las cosas más memorables de la capital. Pero tal y como le había sucedido anteriormente todo el mundo le decía que volviera al día siguiente.

12- ¿Qué concluye diciendo Larra irónicamente sobre cómo influye en él la pereza española y e?

        Acaba admitiendo que él también sufre de pereza española, el también se levanta tarde y se hecha la siesta, él también deja cosas para el día siguiente, él también pasa horas tomando café y bostezando y también ha dejado esta historia para mañana desde hace tres meses. Y esto todo te lo admite si es que no habías acabado de leer por la pereza.

        Gran persona debió de ser el primero que llamó pecado mortal a la pereza; nosotros, que ya en uno de nuestros artículos anteriores estuvimos más serios de lo que nunca nos habíamos propuesto, no entraremos ahora en largas y profundas investigaciones acerca de la historia de este pecado, por más que conozcamos que hay pecados que pican en historia, y que la historia de los pecados sería un tanto cuanto divertida. Convengamos solamente en que esta institución ha cerrado y cerrará las puertas del cielo a más de un cristiano.

       Estas reflexiones hacía yo casualmente no hace muchos días, cuando se presentó en mi casa un extranjero de estos que, en buena o en mala parte, han de tener siempre de nuestro país una idea exagerada e hiperbólica, de estos que, o creen que los hombres aquí son todavía los espléndidos, francos, generosos y caballerescos seres de hace dos siglos (...)
   
       Un extranjero de estos fue el que se presentó en mi casa, provisto de competentes cartas de recomendación para mi persona. Asuntos intrincados de familia, reclamaciones futuras, y aun proyectos vastos concebidos en París de invertir aquí sus cuantiosos caudales en tal cual especulación industrial o mercantil, eran los motivos que a nuestra patria le conducían.

       Acostumbrado a la actividad en que viven nuestros vecinos, me aseguró formalmente que pensaba permanecer aquí muy poco tiempo, sobre todo si no encontraba pronto objeto seguro en que invertir su capital. Pareciome el extranjero digno de alguna consideración, trabé presto amistad con él, y lleno de lástima traté de persuadirle a que se volviese a su casa cuanto antes, siempre que seriamente trajese otro fin que no fuese el de pasearse. Admirole la proposición, y fue preciso explicarme más claro.

        -Mirad -le dije-, monsieur Sans-délai -que así se llamaba-; vos venís decidido a pasar quince días, y a solventar en ellos vuestros asuntos.
-Ciertamente -me contestó-. Quince días, y es mucho. Mañana por la mañana buscamos un genealogista para mis asuntos de familia; por la tarde revuelve sus libros, busca mis ascendientes, y por la noche ya sé quién soy. En cuanto a mis reclamaciones, pasado mañana las presento fundadas en los datos que aquél me dé, legalizadas en debida forma; y como será una cosa clara y de justicia innegable (pues sólo en este caso haré valer mis derechos), al tercer día se juzga el caso y soy dueño de lo mío. En cuanto a mis especulaciones, en que pienso invertir mis caudales, al cuarto día ya habré presentado mis proposiciones. Serán buenas o malas, y admitidas o desechadas en el acto, y son cinco días; en el sexto, séptimo y octavo, veo lo que hay que ver en Madrid; descanso el noveno; el décimo tomo mi asiento en la diligencia, si no me conviene estar más tiempo aquí, y me vuelvo a mi casa; aún me sobran de los quince cinco días.

          Al llegar aquí monsieur Sans-délai traté de reprimir una carcajada que me andaba retozando ya hacía rato en el cuerpo, y si mi educación logró sofocar mi inoportuna jovialidad, no fue bastante a impedir que se asomase a mis labios una suave sonrisa de asombro y de lástima que sus planes ejecutivos me sacaban al rostro mal de mi grado.

          -Permitidme, monsieur Sans-délai -le dije entre socarrón y formal-, permitidme que os convide a comer para el día en que llevéis quince meses de estancia en Madrid
           -¿Cómo?
          -Dentro de quince meses estáis aquí todavía.
          -¿Os burláis?
          -No por cierto.
          -¿No me podré marchar cuando quiera? ¡Cierto que la idea es graciosa!
          -Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador.
          -¡Oh!, los españoles que han viajado por el extranjero han adquirido la costumbre de hablar mal siempre de su país por hacerse superiores a sus compatriotas.
          -Os aseguro que en los quince días con que contáis, no habréis podido hablar siquiera a una sola de las personas cuya cooperación necesitáis.
           -¡Hipérboles! Yo les comunicaré a todos mi actividad.
           -Todos os comunicarán su inercia.
Conocí que no estaba el señor de Sans-délai muy dispuesto a dejarse convencer sino por la experiencia, y callé por entonces, bien seguro de que no tardarían mucho los hechos en hablar por mí.
Amaneció el día siguiente, y salimos entrambos a buscar un genealogista, lo cual sólo se pudo hacer preguntando de amigo en amigo y de conocido  en conocido: encontrámosle por fin, y el buen señor, aturdido de ver nuestra precipitación, declaró francamente que necesitaba tomarse algún tiempo; instósele, y por mucho favor nos dijo definitivamente que nos diéramos una vuelta por allí dentro de unos días. Sonreíme y marchámonos. Pasaron tres días; fuimos.

        -Vuelva usted mañana -nos respondió la criada-, porque el señor no se ha levantado todavía.
-Vuelva usted mañana -nos dijo al siguiente día-, porque el amo acaba de salir.
-Vuelva usted mañana -nos respondió al otro-, porque el amo está durmiendo la siesta.
-Vuelva usted mañana -nos respondió el lunes siguiente-, porque hoy ha ido a los toros.
-¿Qué día, a qué hora se ve a un español? Vímosle por fin, y «Vuelva usted mañana -nos dijo-, porque se me ha olvidado. Vuelva usted mañana, porque no está en limpio».
A los quince días ya estuvo; pero mi amigo le había pedido una noticia del apellido Díez, y él había entendido Díaz, y la noticia no servía. Esperando nuevas pruebas, nada dije a mi amigo, desesperado ya de dar jamás con sus abuelos.

       Es claro que faltando este principio no tuvieron lugar las reclamaciones.

       Para las proposiciones que acerca de varios establecimientos y empresas utilísimas pensaba hacer, había sido preciso buscar un traductor; por los mismos pasos que el genealogista nos hizo pasar el traductor; de mañana en mañana nos llevó hasta el fin del mes. Averiguamos que necesitaba dinero diariamente para comer, con la mayor urgencia; sin embargo, nunca encontraba momento oportuno para trabajar. El escribiente hizo después otro tanto con las copias, sobre llenarlas de mentiras, porque un escribiente que sepa escribir no le hay en este país.
No paró aquí; un sastre tardó veinte días en hacerle un frac, que le había mandado llevarle en veinticuatro horas; el zapatero le obligó con su tardanza a comprar botas hechas; la planchadora necesitó quince días para plancharle una camisola; y el sombrerero a quien le había enviado su sombrero a variar el ala, le tuvo dos días con la cabeza al aire y sin salir de casa.
Sus conocidos y amigos no le asistían a una sola cita, ni avisaban cuando faltaban, ni respondían a sus esquelas. ¡Qué formalidad y qué exactitud!

       -¿Qué os parece de esta tierra, monsieur Sans-délai? -le dije al llegar a estas pruebas.
       -Me parece que son hombres singulares...
        -Pues así son todos. No comerán por no llevar la comida a la boca.

         Presentose con todo, yendo y viniendo días, una proposición de mejoras para un ramo que no citaré, quedando recomendada eficacísimamente.

          A los cuatro días volvimos a saber el éxito de nuestra pretensión.

          -Vuelva usted mañana -nos dijo el portero-. El oficial de la mesa no ha venido hoy.
«Grande causa le habrá detenido», dije yo entre mí. Fuímonos a dar un paseo, y nos encontramos, ¡qué casualidad!, al oficial de la mesa en el Retiro, ocupadísimo en dar una vuelta con su señora al hermoso sol de los inviernos claros de Madrid.   Martes era el día siguiente, y nos dijo el portero:

         -Vuelva usted mañana, porque el señor oficial de la mesa no da audiencia hoy.
        -Grandes negocios habrán cargado sobre él -dije yo.

           Como soy el diablo y aun he sido duende, busqué ocasión de echar una ojeada por el agujero de una cerradura. Su señoría estaba echando un cigarrito al brasero, y con una charada del Correo entre manos que le debía costar trabajo el acertar.

-Es imposible verle hoy -le dije a mi compañero-; su señoría está en efecto ocupadísimo.

Dionos audiencia el miércoles inmediato, y, ¡qué fatalidad!, el expediente había pasado a informe, por desgracia, a la única persona enemiga indispensable de monsieur y de su plan, porque era quien debía salir en él perjudicado. Vivió el expediente dos meses en informe, y vino tan informado como era de esperar. Verdad es que nosotros no habíamos podido encontrar empeño para una persona muy amiga del informante. Esta persona tenía unos ojos muy hermosos, los cuales sin duda alguna le hubieran convencido en sus ratos perdidos de la justicia de nuestra causa.

        Vuelto de informe se cayó en la cuenta en la sección de nuestra bendita oficina de que el tal expediente no correspondía a aquel ramo; era preciso rectificar este pequeño error; pasose al ramo, establecimiento y mesa correspondiente, y hétenos caminando después de tres meses a la cola siempre de nuestro expediente, como hurón que busca el conejo, y sin poderlo sacar muerto ni vivo de la huronera. Fue el caso al llegar aquí que el expediente salió del primer establecimiento y nunca llegó al otro.


        - De aquí se remitió con fecha de tantos -decían en uno.
        -Aquí no ha llegado nada -decían en otro.
       -¡Voto va! -dije yo a monsieur Sans-délai, ¿sabéis que nuestro expediente se ha quedado en el aire como el alma de Garibay, y que debe de estar ahora posado como una paloma sobre algún tejado de esta activa población?

Hubo que hacer otro. ¡Vuelta a los  empeños! ¡Vuelta a la prisa! ¡Qué delirio!

       -Es indispensable -dijo el oficial con voz campanuda-, que esas cosas vayan por sus trámites regulares.


         Es decir, que el toque estaba, como el toque del ejercicio militar, en llevar nuestro expediente tantos o cuantos años de servicio.




       Por último, después de cerca de medio año de subir y bajar, y estar a la firma o al informe, o a la aprobación o al despacho, o debajo de la mesa, y de volver siempre mañana, salió con una notita al margen que decía:

         «A pesar de la justicia y utilidad del plan del exponente, negado.»


-¡Ah, ah!, monsieur Sans-délai -exclamé riéndome a carcajadas-; éste es nuestro negocio.

Pero monsieur Sans-délai se daba a todos diablos.

-¿Para esto he echado yo mi viaje tan largo? ¿Después de seis meses no habré conseguido sino que me digan en todas partes diariamente: «Vuelva usted mañana», y cuando este dichoso «mañana» llega en fin, nos dicen redondamente que «no»? ¿Y vengo a darles dinero? ¿Y vengo a hacerles favor? Preciso es que la intriga más enredada se haya fraguado para oponerse a nuestras miras.
 -¿Intriga, monsieur Sans-délai? No hay hombre capaz de seguir dos horas una intriga. La pereza es la verdadera intriga; os juro que no hay otra; ésa es la gran causa oculta: es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas.

          Al llegar aquí, no quiero pasar en silencio algunas razones de las que me dieron para la anterior negativa, aunque sea una pequeña digresión.


-Ese hombre se va a perder -me decía un personaje muy grave y muy patriótico.
 -Esa no es una razón -le repuse-: si él se arruina, nada, nada se habrá perdido en concederle lo que pide; él llevará el castigo de su osadía o de su ignorancia.
 -¿Cómo ha de salir con su intención?
 -Y suponga usted que quiere tirar su dinero y perderse, ¿no puede uno aquí morirse siquiera, sin tener un empeño para el oficial de la mesa?
 -Puede perjudicar a los que hasta ahora han hecho de otra manera eso mismo que ese señor extranjero quiere.
 -¿A los que lo han hecho de otra manera, es decir, peor?
 -Sí, pero lo han hecho.
 -Sería lástima que se acabara el modo de hacer mal las cosas. ¿Conque, porque siempre se han hecho las cosas del modo peor posible, será preciso tener consideraciones con los perpetuadores del mal? Antes se debiera mirar si podrían perjudicar los antiguos al moderno.
 -Así está establecido; así se ha hecho hasta aquí; así lo seguiremos haciendo.
 -Por esa razón deberían darle a usted papilla todavía como cuando nació.
 -En fin, señor Fígaro, es un extranjero.
 -¿Y por qué no lo hacen los naturales del país?
 -Con esas socaliñas vienen a sacarnos la sangre.
 -Señor mío -exclamé, sin llevar más adelante mi paciencia-, está usted en un error harto general. Usted es como muchos que tienen la diabólica manía de empezar siempre por poner obstáculos a todo lo bueno, y el que pueda que los venza. Aquí tenemos el loco orgullo de no saber nada, de quererlo adivinar todo y no reconocer maestros. Las naciones que han tenido, ya que no el saber, deseos de él, no han encontrado otro remedio que el de recurrir a los que sabían más que ellas.

»Un extranjero -seguí- que corre a un país que le es desconocido, para arriesgar en él sus caudales, pone en circulación un capital nuevo, contribuye a la sociedad, a quien hace un inmenso beneficio con su talento y su dinero, si pierde es un héroe; si gana es muy justo que logre el premio de su trabajo, pues nos proporciona ventajas que no podíamos acarrearnos solos. Ese extranjero que se establece en este país, no viene a sacar de él el dinero, como usted supone; necesariamente se establece y se arraiga en él, y a la vuelta de media docena de años, ni es extranjero ya ni puede serlo; sus más caros intereses y su familia le ligan al nuevo país que ha adoptado; toma cariño al suelo donde ha hecho su fortuna, al pueblo donde ha escogido una compañera; sus hijos son españoles, y sus nietos lo serán; en vez de extraer el dinero, ha venido a dejar un capital suyo que traía, invirtiéndole y haciéndole producir; ha dejado otro capital de talento, que vale por lo menos tanto como el del dinero; ha dado de comer a los pocos o muchos naturales de quien ha tenido necesariamente que valerse; ha hecho una mejora, y hasta ha contribuido al aumento de la población con su nueva familia. Convencidos de estas importantes verdades, todos los Gobiernos sabios y prudentes han llamado a sí a los extranjeros: a su grande hospitalidad ha debido siempre la Francia su alto grado de esplendor; a los extranjeros de todo el mundo que ha llamado la Rusia, ha debido el llegar a ser una de las primeras naciones en muchísimo menos tiempo que el que han tardado otras en llegar a ser las últimas; a los extranjeros han debido los Estados Unidos... Pero veo por sus gestos de usted -concluí interrumpiéndome oportunamente a mí mismo- que es muy difícil convencer al que está persuadido de que no se debe convencer. ¡Por cierto, si usted mandara, podríamos fundar en usted grandes esperanzas!

       Concluida esta filípica, fuime en busca de mi Sans-délai.


-Me marcho, señor Fígaro -me dijo-. En este país «no hay tiempo» para hacer nada; sólo me limitaré a ver lo que haya en la capital de más notable.
 -¡Ay, mi amigo! -le dije-, idos en paz, y no queráis acabar con vuestra poca paciencia; mirad que la mayor parte de nuestras cosas no se ven.
 -¿Es posible?
 -¿Nunca me habéis de creer? Acordaos de los quince días...
 Un gesto de monsieur Sans-délai me indicó que no le había gustado el recuerdo.
 -Vuelva usted mañana -nos decían en todas partes-, porque hoy no se ve.
 -Ponga usted un memorialito para que le den a usted permiso especial.

Era cosa de ver la cara de mi amigo al oír lo del memorialito: representábasele en la imaginación el informe, y el empeño, y los seis meses, y... Contentose con decir:

        -Soy extranjero. ¡Buena recomendación entre los amables compatriotas míos!

Aturdíase mi amigo cada vez más, y cada vez nos comprendía menos. Días y días tardamos en ver las pocas rarezas que tenemos guardadas. Finalmente, después de medio año largo, si es que puede haber un medio año más largo que otro, se restituyó mi recomendado a su patria maldiciendo de esta tierra, y dándome la razón que yo ya antes me tenía, y llevando al extranjero noticias excelentes de nuestras costumbres; diciendo sobre todo que en seis meses no había podido hacer otra cosa sino «volver siempre mañana», y que a la vuelta de tanto «mañana», eternamente futuro, lo mejor, o más bien lo único que había podido hacer bueno, había sido marcharse.

        ¿Tendrá razón, perezoso lector (si es que has llegado ya a esto que estoy escribiendo), tendrá razón el buen monsieur Sans-délai en hablar mal de nosotros y de nuestra pereza? ¿Será cosa de que vuelva el día de mañana con gusto a visitar nuestros hogares? Dejemos esta cuestión para mañana, porque ya estarás cansado de leer hoy: si mañana u otro día no tienes, como sueles, pereza de volver a la librería, pereza de sacar tu bolsillo, y pereza de abrir los ojos para hojear las hojas que tengo que darte todavía, te contaré cómo a mí mismo, que todo esto veo y conozco y callo mucho más, me ha sucedido muchas veces, llevado de esta influencia, hija del clima y de otras causas, perder de pereza más de una conquista amorosa; abandonar más de una pretensión empezada, y las esperanzas de más de un empleo, que me hubiera sido acaso, con más actividad, poco menos que asequible; renunciar, en fin, por pereza de hacer una visita justa o necesaria, a relaciones sociales que hubieran podido valerme de mucho en el transcurso de mi vida; te confesaré que no hay negocio que no pueda hacer hoy que no deje para mañana; te referiré que me levanto a las once, y duermo siesta; que paso haciendo el quinto pie de la mesa de un café, hablando o roncando, como buen español, las siete y las ocho horas seguidas; te añadiré que cuando cierran el café, me arrastro lentamente a mi tertulia diaria (porque de pereza no tengo más que una), y un cigarrito tras otro me alcanzan clavado en un sitial, y bostezando sin cesar, las doce o la una de la madrugada; que muchas noches no ceno de pereza, y de pereza no me acuesto; en fin, lector de mi alma, te declararé que de tantas veces como estuve en esta vida desesperado, ninguna me ahorqué y siempre fue de pereza. Y concluyo por hoy confesándote que ha más de tres meses que tengo, como la primera entre mis apuntaciones, el título de este artículo, que llamé «Vuelva usted mañana»; que todas las noches y muchas tardes he querido durante ese tiempo escribir algo en él, y todas las noches apagaba mi luz diciéndome a mí mismo con la más pueril credulidad en mis propias resoluciones: «¡Eh!, ¡mañana le escribiré!». Da gracias a que llegó por fin este mañana que no es del todo malo: pero ¡ay de aquel mañana que no ha de llegar jamás! 

                     

                                               EL REO DE MUERTE
Arriba

1- ¿Qué está haciendo la gente en la calle?

     Están esperando a que un hombre sufra su pena de muerte en un patíbulo, exactamente en un garrote vil en medio de la plaza.

2-¿Qué pensaría un extranjero desconocedor de nuestras costumbres al ver esto?

     El extranjero podría pensar que llega un rey al pueblo, tal vez sea un día solemne o una fiesta pública.

3- ¿Por qué Larra está en contra de la pena de muerte?

    Larra piensa que esta decisión es ridícula pues un solo mal no se puede remediar con dos y aborrece la forma en el que se siguen usando instrumentos de muerte pues cree que cualquier persona tiene el derecho a vivir.    

4-¿Qué diferencias hay en el tono de este artículo respecto a los dos artículos anteriores?

     El tono de este artículo es mucho más crítico que los dos anteriores, en los otros se puede apreciar un tono un tanto irónico, pero en este desprecia a la sociedad y su horrible idea de matar a un hombre frente al pueblo. 





         Un pueblo entero obstruye ya las calles del tránsito. Las ventanas y balcones están coronados de espectadores sin fin, que se pisan, se apiñan, y se agrupan para devorar con la vista el último dolor del hombre.

–¿Qué espera esta multitud? –diría un extranjero que desconociese las costumbres–. ¿Es un rey el que va a pasar; ese ser coronado, que es todo un espectáculo para un pueblo? ¿Es un día solemne? ¿Es una pública festividad? ¿Qué hacen ociosos esos artesanos? ¿Qué curiosea esta nación?

   Nada de eso. Ese pueblo de hombres va a ver morir a un hombre.


–¿Dónde va?
- ¿Quién es?
–¡Pobrecillo!
–Merecido lo tiene.
–¡Ay!, si va muerto ya
–¿Va sereno?
–¡Qué entero va!

He aquí las preguntas y expresiones que se oyen resonar en derredor. Numerosos piquetes de infantería y caballería esperan en torno del patíbulo. He notado que en semejante acto siempre hay alguna corrida; el terror que la situación del momento imprime en los ánimos causa la mitad del desorden; la otra mitad es obra de la tropa que va a poner orden. ¡Siempre bayonetas en todas partes! ¿Cuándo veremos una sociedad sin bayonetas? ¡No se puede vivir sin instrumentos de muerte! Esto no hace por cierto el elogio de la sociedad ni del hombre.(...)

Un tablado se levanta en un lado de la plazuela: la tablazón desnuda manifiesta que el reo no es noble. ¿Qué quiere decir un reo noble? ¿Qué quiere decir garrote vil? Quiere decir indudablemente que no hay idea positiva ni sublime que el hombre no impregne de ridiculeces.

Mientras estas reflexiones han vagado por mi imaginación, el reo ha llegado al patíbulo; en el día no son ya tres palos de que pende la vida del hombre; es un palo sólo; esta diferencia esencial de la horca al garrote me recordaba la fábula de los Carneros de Casti, a quienes su amo proponía, no si debían morir, sino si debían morir cocidos o asados. Sonreíame todavía de este pequeño recuerdo, cuando las cabezas de todos, vueltas al lugar de la escena, me pusieron delante que había llegado el momento de la catástrofe; el que sólo había robado acaso a la sociedad, iba a ser muerto por ella; la sociedad también da ciento por uno: si había hecho mal matando a otro, la sociedad iba a hacer bien matándole a él. Un mal se iba a remediar con dos. El reo se sentó por fin. ¡Horrible asiento! Miré el reloj: las doce y diez minutos; el hombre vivía aún... De allí a un momento una lúgubre campanada de San Millán, semejante el estruendo de las puertas de la eternidad que se abrían, resonó por la plazuela; el hombre no existía ya; todavía no eran las doce y once minutos. «La sociedad –exclamé– estará ya satisfecha: ya ha muerto un hombre.»  

          2.4- EL TEATRO:


                   2.4.1- ¿Cuándo surge el teatro romántico en España?

                     A principios del siglo XIX (1808) los teatros se ven forzados a cerrar sus puertas debido a la Guerra de la Independencia, pero se reabrirán tras la muerte de Fernando VIII en el año 1834. Desde ahí el teatro romántico surgirá con fuerza pues además ese mismo año se estrenaría La conjuración de Venecia un drama romántico de Francisco Martínez de la Rosa, un tema muy famoso en las obras teatrales. 
                   2.4.2- Explica sus principales temas.

                  Su principal tema es el amor romántico, que abarca todos sus pensamientos y es inalcanzable, como un sueño que puede llevar a la depresión y a la muerte. La naturaleza en estas obras es salvaje y personificada, ya que se funde con los sentimientos del personaje. Varias veces se encontrarán temas históricos y legendarios con damas y caballeros en un ambiente medieval del pasado. En alguno que otro también se trata el tema del destino cuando el protagonista debate entre la vida y la muerte.
                         Un tema nuevo para esta época es el anagnórisis, la aparición de un personaje oculto que revela su identidad al final de la trama, este tema se funde también con la libertad, siempre presente en el romanticismo.
                          En estas historias nomalmente los amantes deben luchar contra la sociedad y siempre acaban perdiendo pese a sus insistencias 
              2.4.3- Explica sus características formales: actos, unidades de tiempo espacio, acción, verso o prosa, etc.

                   Estas obras no están representadas como aquellas del neoclasicismo pues uno de sus mayores cambios es que habrá cinco actos distintos en vez de tres como era normal, ya que antes un día se desarrollaba en un acto y ahora varios días serán representados en uno solo. La trama de la obra se desarrolla en un tiempo y espacio distinto, del que destaca la Edad Media u otras épocas pasadas con historias legendarias y de caballeros del que destacaba un héroe. Otro cambio que podemos percibir es la mezcla entre lo trágico y lo cómico y los personajes expresarán sus emociones mediante monólogos. Pero esta vez habrá una mezcla entre el verso y la prosa y la métrica de esta será variada. Ahora usarán elementos visuales nuevos para sorprender al espectador y habrá varios cambios de escenario que antes eran poco comunes.
                   2.4.4- Pon los títulos de las obras más importantes.

                   Las obras teatrales más importantes de esta época serían: Don Juan Tenorio ( obra de José Zorrilla), Los amantes de Teruel ( escrita por Juan Eugenio), Don Álvaro Luna o la fuerza del sino (del romántico Duque de Rivas), Muérete y verás ( del artista Manuel Bretón) y El Trovador ( de Antonio García Gutiérrez).
 
                   2.4.5- Explica de qué va Don Juan Tenorio:

                    La obra Don Juan Tenorio, de el autor José Zorrillas está dividida en dos partes distintas, el primero dividido en cuatro actos y el segundo en tres. 
                   La trama de esta historia ocurre en la cuidad de Sevilla, en el siglo XVI, donde nuestro personaje principal, Don Juen Tenorio, había pactado encontrarse con otro joven caballero llamado Don Luis Mejía para aclarar una apuesta sobre quien acababa con la vida de más hombres y encandilar a más mujeres. Después de que Don Luis Mejía fuese derrotado deciden apostar de nuevo si Don Juan Tenorio consigue encantar a la prometida de Mejía ( Doña Ana de Pantoja ) y a una monja de un convento llamada Doña Inés, de quien se enamora posteriormente.
                   Para conseguir esto debió raptar a Inés y de un modo u otro, engañar a la novia de su rival para ganar su apuesta anterior. Tras haberse enamorado de la monja, Don Juan le jura su amor al padre de esta, Don Gonzalo, mientras tiene una disputa con Mejía por haber engañado a Ana. Esta escena acaba con Don Juan matando a Don Gonzalo de un pistoletazo y al otro joven de una estocada, y  para salvar su vida debe de huir de esta ciudad.
                   Años después vuelve a Sevilla donde descubre que su amada Inés ha muerto de amor tras su huida y también  su padre Don Diego. En su estancia en este sitio es visitado por estatuas y sombras de Inés y el padre de esta quienes le auguran su muerte. Al día siguiente Don Juan aparece en el panteón donde se hallaban los cuerpos de Mejía, Gonzalo, Diego y la bella Inés, donde le comunican que ha sido muerto por el Capitán Centellas en un duelo por una disputa. 
                  Don Gonzalo intenta llevar al protagonista a los infiernos agarrándolo de una mano pero Doña Inés se lo impide agarrándole de la contraria y suplicando e implorando, consiguiendo por fin que sus dos almas se junten y vuelen por el espacio. 
    POEMAS AÑADIDOS DE BECQUER:

Rima XLI:
Tú eras el huracán y yo la alta 
torre que desafía su poder:
tenías que estrellarte o que abatirme...
¡No pudo ser!

Tú eras el océano y yo la enhiesta 
roca que firme aguarda su vaivén:
tenías que romperme o arrancarme...
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo:acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha inevitable el choque...
¡No pudo ser! 

                      Los dos términos de los que se habla en el texto son iguales, ambos son orgullosos y acaban chocando. La primera y la segunda estrofa  son paralelas una con la otra siméticamente. En la tercera estrofa podemos encontrar un quiasmo cuando dice "Hermosa tú, yo altivo " y al decir "la senda estrecha inevitable el choque" se entiende que la senda es demasiado pequeña para los dos y acaban chocando y destruyéndose. Los versos son equitativos para el hombre y la mujer de los que habla el poema ya que los versos están divididos igualitariamente.

 Rima LIII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
 
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres ,
esas...¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
esas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo, absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
¡así... no te querrán!
En este poema se puede ver que las estrofas estarían agrupadas de dos en dos, es decir, la primera con la segunda, la tercera con la cuarta y la quinta con la sexta. En estas parejas de estrofas enn la primera de ellas  se hablará de la repetición de sucesos que ya vivió el autor pero en la segunda se deja claro que no volverá a ser como antes.


5 comentarios:

  1. El mejor blog de la historia... Ah perdona este no es el de Diego
    TURN DOWN FOR WHAT

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  2. Esto sí que es un blog en condiciones. Aparte de la presentación del blog que es muy original, me ha fascinado su contenido. Tiene una forma muy exquisita y fascinante de expresarse. Me ha servido de mucha ayuda la información, se lo agradezco un muchísimo. Siga así. Un saludo!

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